EL hologrma de los comandantes..

La Habana, Martes 12 de octubre de 2027.

Pedro Martínez y su familia salen del Mac Donald´s que está ubicado frente a la antigua Plaza de la Revolución, ahora llamada Plaza de la Libertad, es día de fiesta, antes no celebraban el día de la raza, pues era considerado el día del genocidio. Del suelo de la plaza se levantaban imponentes gigantescos hologramas de héroes desconocidos para nosotros, testigos mudos llegados desde el pasado, entre las imágenes surgió de repente la imagen inconfundible de Hugo Chávez, con su camisa y boina roja levantando la mano izquierda, obviamente era una reconstrucción de las fotografías que hoy vemos en los camiones de la alcaldía de Libertador. Pero el Holograma no es estático, de pronto surge de la nada la imagen de Fidel Castro y Chávez le extiende la mano, la cual inicialmente aprieta el dictador quien luego abraza fuertemente a su par convirtiéndose de pronto en una bandera tricolor, pero con ocho estrellas. Juanito, el hijo de Pedro quien había estacionado su moderno Honda Trix, un híbrido de gasolina y electricidad en la estación de servicio Citgo para recargar baterías y poner la nueva gasolina no contaminante de PDVSA, preguntó a su padre que significaba aquella imagen holográfica, que de paso parecía una apología de los dos dictadores que habían sometido al pueblo de la isla por poco más de cincuenta años. Pedro le respondió:
“-Hijo, a veces las cosas no son tan sencillas. Esta isla fue una vez un país pequeño y de escasos recursos, la historia recuerda que tuvo un feroz dictador llamado Fulgencio Batista quien fue derrocado por el señor barbudo que apareció en el holograma, después de eso en lugar de la libertad que prometió este vino una época muy dura para le isla, hubo fusilamientos, necesidades de todo tipo, racionamiento de alimentos, un bloqueo internacional, prohibiciones, torturas, castigo a la disidencia, hasta que apareció el de la boina roja decidido a unirse a nosotros. Desde ese momento hemos sido u país rico, con petróleo, hierro, carbón, diamantes y un potencial agrícola envidiable. Gracias a Dios ya ambos dictadores se han ido y todo es como a ti te ha tocado vivirlo."

El servicio del auto de Pedro estaba terminado, así que se estacionó frente al Seven Eleven donde estaba su esposa comprando Cocacola, Diablitos, pan Bimbo y otras chucherias par llevar a la playa. Cuando Siguieron el camino por la moderna autopista que les llevó en minutos a Varadero para disfrutar de un día de playa, dejaron atrás la eterna comedia de los hologramas que rememoraban tiempos pasados y Juanito entendió el significado de la absurda comedia virtual de los dos comandantes.
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