La primera ocurre la fría noche del diez de enero en un fundo cercano a la población de Obispos en Barinas. Don Cándido estaba en el rancho cuando comenzó una fuerte tempestad. Un frío viento entraba por las ventanas, la luz eléctrica hacia un par de horas que había dejado de funcionar y las velas apenas si lograban mantenerse encendidas en medio del ventisquero. Cándido solo podía ver la cara de su mujer y sus hijos cuando antes de que tronara el cielo cuando los relámpagos centelleaban sobre la inmensidad de la sabana. De pronto sintieron el trote de un caballo que se acercaba al rancho. El animal se detuvo justo frente a la puerta en un momento en el que se produjo un silencio casi ensordecedor. Pronto comenzó el viento a soplar aullando como un lobo y la puerta se abrió, un relámpago dejó ver la sombra de un hombre alto cubierto con una capucha negra, sus manos esqueléticas sostenían una hoz. No había duda era la viva imagen de la muerte.
“- En el nombre de Dios todo poderoso que quieres .” dijo Cándido dirigiéndose a la espectral figura.
“- Vengo por ti.” Le respondió el fantasma.
“- Pero soy muy joven para morir”replicó Cándido mientras sus dos hijos lloraban abrazando a la madre quien temblaba horrorizada.
“- No te preocupes yo no soy la muerte que tu conoces, yo soy la muerte del siglo XXI.” Dijo con aires intelectualoides la horrenda figura a su victima mientras trataba de engancharlo en la hoz.
“- ¿Y como es eso, entonces no voy a morir?” preguntó Cándido mientras esquivaba la herramienta del espectro.
“- Eso no te lo puedo asegurar, porque apenas estoy inventando la muerte del Siglo XXI y lo que quiero es que me ayudes a hacerlo” respondió con su voz tenebrosa la muerte.
Esa misma noche en Caracas en Caracas, Inocente, un joven ejecutivo a quienes sus amigos mas cercanos llaman “Chente” llegaba a su apartamento de la Urbanización Miranda escuchando a todo volumen la camisa negra en el flamante equipo MP3 DE su camioneta 4X4 ultimo modelo después de invitar a comer sushi a una de las chicas de la oficina y tomarse unos tragos en el local de moda en la ciudad mientras su esposa dormia placidamente después de haber visto por enésima vez la repetición de un capitulo de “Desperate Houseives” mientras hacia zapping para ver también “La Rueda de la Fortuna” en el nuevo televisor de plasma que Chente había comprado en navidad. Al detenerse frente al portón del estacionamiento del edificio vio salir de las sombras a dos individuos con pasa montañas apuntándole con armas largas.
“- Bájate de la camioneta y danos las llaves.” Le dijeron mientas le apuntaban.
“- Se pueden robar la camioneta, pero no me hagan daño” Respondió Chente con una pasmosa tranquilidad que ni el mismo entendía.
“- No te la vamos a robar, pues nosotros no somos ladrones como los que tu conoces, somos ladrones del Siglo XXI.” Le respondieron.
“- ¿Y como es eso, entonces no me van a robar la camioneta? Preguntó Cándido.
“- Eso no lo podemos asegurar, porque apenas estamos inventando el término “ladrones del siglo XXI”, SI Usted tiene alguna idea para crear la definición le agradecemos nos la haga llegar vía mensaje de texto al asterisco choros, son dos mil bolívares mas básico mas iva.” Dijo uno de los ladrones emulando a un de locutor de televisión.
Mas temprano, también en Caracas una familia veía la toma de posesión del Presidente Chávez en la sala de su casa mientras se preparaban para almorzar. El padre, un señor de unos setenta años de nombre Serafín quedó sorprendido ante el juramento del reelegido mandatario quien culminó sus palabras diciendo:
“-Patria, socialismo o muerte.”
“-Viste yo te dije ese tipo es comunista y el comunismo no es otra cosa que la supresión de la propiedad privada para sustituirla por la propiedad del Estado, te dije que nos van a quitar todo lo que tenemos”. Exclamó el señor Serafín mirando en forma acusadora a su hijo Pascual, quien se ufanaba de haber votado por Chávez desde la primera vez que se lanzó a la presidencia.
“- Tranquilo papá el habla del socialismo del Siglo XXI” dijo Pascual
“- Explícame que es eso.” Replicó visiblemente el padre.
“- Papá Eso todavía lo estamos inventando, el Presidente ha convocado a todo el pueblo para que le ayude a hacerlo, así que tranquilo que no te van a quitar nada.”
No supimos mas de Cándido, pero parece que murió a causa de un infarto producido por el susto de haberse encontrado con el espectro, Chente nunca supo de la camioneta, aunque de los choros si, pues al día siguiente mientras todos estaban trabajando volvieron al edificio con las llaves de Chente y se llevaron el televisor de plasma y otras cosas y aunque el hombre ha tratado de comunicarse con ellos, el numero que le dieron para enviar los textos no existe. Serafín sigue todavía discutiendo con su hijo Pascual sobre como será el . socialismo del Siglo XXI mientras anuncian las nacionalizaciones de CANTV, la Electricidad de Caracas y la revocatoria de la concesión de RCTV.